martes, octubre 02, 2007

CAPÍTULO CINCO: LATINMAIL PARADISO

Más o menos diez años atrás, uno de mis tíos instaló internet en su computador. A través de aquella maquinita, por entonces nueva (y que terminó sus días un lustro después, lenta y atiborrada de virus que ya nadie podía controlar) entré a los primeros chats, hallé en una memorable conversación a mi prima canadiense (al más puro estilo "gracias a carabineros de Chile") , y con mi hermano el Duck visitábamos a los tíos solteros con una periodicidad inusual, para adentrarnos por fin (luego de leer demasiado) en el mundo cibernético.

Bueno, que puedo decir. Internet me flechó desde el primer día, las teclas del computador volaban y las páginas eran aún amateurs. Ni hablar de programas como Napster o Kazaa, que eran sólo leyendas gringas que repetían los diarios.

En esa época, un día de cumpleaños, el mismo tío me ayudó a crear un mail. No teníamos idea como hacerlo, y nos metimos a un chat que tenía propaganda de Lavín como banner, donde un facho muy amable nos explicó que debíamos entra a una página que tuviera cuentas gratuitas. Nos mencionó Hotmail, pero entonces era un término demasiado lascivo para mí. Entonces entré a Latinmail.

Tomé las iniciales de mi nombre, y creé aquel correo, "para toda la vida". En el liceo fue señal de estatus el tener uno, y latinmail fue mi página favorita por mucho tiempo. Tenía allí las primeras cadenas en inglés enviadas por mi prima, correos que nos enviábamos con mi hermano (DESDE LA MISMA CUENTA!!), y muuuuchos comerciales.

Allí Nicolás López me envió un mail pidiéndome "mi guión" de la excelente idea que tenía para una película. No sabía enviar archivos adjuntos, así es que copié las dieciséis hojas de word en el mail, con las instrucciones para armar la cosa. A veces leía ese mensaje y me avergonzaba de lo malo que era. Ojalá nunca le haya llegado. Allí recibí también archivos de tareas, de parte de chicos cibernéticos tan cool como yo, y siempre los archivé, mirando siempre el primer correo, uno de prueba que me envió mi tío:

"hola Jerry!
espero que estés bien. Cuando quieras, ven a ocupar el computador.
tu tío"

Luego, cuando me descartuché con el término hotmail, el "latin" pasó a ser el secundario, y a veces lo utilizé en correos de respaldo. En el último tiempo, cada dos meses lo revisaba y eliminaba el millón de spams que tenía (latinmail no tiene, me parece, carpeta para mensajes basura) y revisaba los primeros e-mails con materia de la universidad, que me prometi guardar para siempre.......

....más o menos desde abril que no abría la vieja cuenta de latinmail, y entré porque tenía el tiempo para borrar avisos. Pero la cuenta estaba desconectada. Apresuradamente, opté por reabrirla, y vi que ya no tenía nada guardado. Todo se fue al diantre. Boté dos lágrimas por el tiempo perdido, y por el día en que mis hijos se sentaran en mis rodillas para revisar esas tonteras que nos enviamos con mi hermano en la lejana infancia.


Ya no vale lo mismo. Todo se perdió. Le conté al Duck y me dijo despreocupadamente "naaa, pero yo me acuerdo de todo". Entonces me reí muy fuerte, y rememoramos el día que mi tío fue a celebrar el triunfo de Lagos en la segunda vuelta, y nos quedamos pegados en internec hasta las 1 de la mañana, apagándolo justo cuando él llegó, y muchas otras cosas.

Todas estas remembranzas no caben en esta página. Tampoco están en ninguna. Que importa. Yo me acuerdo de todo.