domingo, diciembre 02, 2007

CAPÍTULO CINCO: LO QUE ME OCURRIRÁ SI NO VOY A CANADÁ

Película: “Stalag 17”



Hace un Año:
Once Motivos de Porqué Quiero ser Director de Cine

Peso Actual: 142
Peso Anterior: 141


Gracias a Dios que no he subido de peso más de lo que pensaba. Cuando no eres constante con tus hábitos o tus objetivos siempre tendrás inseguridad. A principio de año, de manera muy alegre, me proponía bajar de peso, y lo hice en cierta medida, pero pronto miles de motivos que finalmente se traducen en inconstancia me hicieron quedarme estancado. Otra vez. En este párrafo reconozco públicamente este fatal error, y recuérdenmelo cada vez que me vean, porque no me puedo quedar en este estado.


Y bueno, desde hace meses atrás se me dio la opción de realizar un viaje a Canadá, país norteamericano, que está encima de Estados Unidos. Allá tengo familiares, dos hermanos de mi mamá, un tío con su esposa y sus tres hijos (sin contar una mayor que se quedó acá), y una tía con su esposo y sus cuatro hijos, que es al lugar donde llegaré.

No haré mucho preámbulo contando como se me dio la opción, pero sí les diré que, nuevamente gracias a Dios, tengo lo más complicado de obtener, el pasaje, asegurado. So, ahora lo único que me faltaba eran tres cosas: renovar el carné de identidad, sacar el pasaporte, y tramitar y pagar la visa. Voy en la fase 1.

Muchas personas con las que nos queremos mutuamente se han sentido felices por este viaje, pero también he mirado muy asombrado (a quienes me conocen por poco serio les ruego me crean esta vez) como algunos me han hecho comentarios muy bajoneadores, que me han noqueado, más que nada por las personas de las que provenía, de quienes, por cierto, me alegra mucho cuando les va bien.


Y si bien lo más importante ya está, el tiempo y el dinero-que-tengo-pero-que-se-va-a-demorar-un-poquitito-en-llegar es lo que apremia, y hay un porcentaje de probabilidades que el viaje se demore, o no resulte.

Dos meses en Canadá para mí será un sueño cumplido desde la niñez, cuando little Jerry miraba por la ventana del Merino Benítez a sus primos despidiéndose, como aquella escena de Toy Story donde los marcianitos se van de la máquina expendedora.

Ahora, bien, también de manera pública, quiero declarar a los cuatro vientos, al tercer cielo y lo más profundo de la tierra, que soy un creyente, que sé que si confío y está todo en la voluntad de Dios el viaje se concretará, y el día 30 de diciembre estaré tomando el avión con destino Toronto. Pero, si esto, por alguna razón remota no ocurriera, entonces digo que:

1. Seguiré siendo feliz, porque luego de la depresión-malos ratos-vida amargada-blablablá no ha existido hasta hoy nada que me haga sentir un pobre miserable (aunque las películas de Steven Seagal, esa “Striptease” donde sale Demi Moore, Fahrenheit 9/11 y La Lista de Schindler me dejaron muy cerca de aquello, las dos primeras por lo pésimas y las dos últimas por su excelente visión)
2. Seguiré contento en mi patria, porque la amo, a pesar de cómo seamos los chilenos.
3. Seguiré viendo cine como loco, alimentando uno de mis sueños más preciados.
4. Seguiré queriendo a “mi gente” igual que siempre, porque un viaje no hace menos chillona y adorable a mi madre, menos pesadita pero divertida a mi hermana, menos despistado pero encantador e inteligente a mi hermano, menos serio pero comprensivo a mi padre, menos maleducados pero tiernos a los tres gatos de mi casa, menos tío a mis tíos, menos cariñosos a los hermanos de mi iglesia, menos queribles a mis amig@s msn y menos entrañables a mis compañeros de “U”.
4. Seguiré siendo un creyente, porque para mi el único motivo para vivir es Cristo. Por lo tanto, seguiré vivo.


La vida continúa, damas y caballeros, y si se cierra una puerta, se abrirán miles más, y cientos de ventanas. Este post se lo dedico a mi falta de fe, que por cada palabra tipeada en este computador se fue diluyendo…. Espéreme tía, espérenme primos, espérame amiga :) ....